viernes, 7 de agosto de 2020

Vinos populares argentinos 2020

 Vinos populares argentinos 2020

Vivir y seguir bebiendo en tiempos de post pandemia, al menos en post de los primeros 150 días.

Puedo renunciar a no reunirme más con alguien, a dejar de trabajar y comer fideos, polenta y arroz de 70 pesos el kilo toda mi vida. Pero no podría dejar de beber vino con las comidas, al menos el almuerzo y la cena diaria.

Cuando comenzó todo esto, a los que nos gusta beber, estaba la gran excusa de San Patricio,  17 de marzo, ese día nos dimos cuenta que el tema de las reuniones, debía espera, indefinidamente. Pero los bebedores responsables, me refiero a los que hacemos los deberes, teníamos varias cajas de vino, entre otras bebidas, guardadas ya preparados para el fin del mundo, desde chiquitos pensamos así. Pero, podíamos imaginar hasta el fin del mundo, una guerra nuclear, un tsunami o dos, uno del atlántico y otro desde el pacifico que supere la cordillera, pero nunca nos podríamos haber imaginado tener que estar 150 días encerrados. ¡Y por ley!

Esto hizo que, hasta los más precavidos, nos quedemos secos, en todo sentido.

Recuerdo a los 100 días, era de las primeras veces que salía, y me recorría los supermercados chinos de cercanía, buscando algún precio tentador, atrasado, o en oferta, etc. No encontré mucho, tenía que gastar mínimo 300 pesos, y el vino en la mayoría de los casos me terminaba sabiendo, caro. Es decir, esperaba más por el esfuerzo de liberar de mi bolsillo, ese dinero.

Pero este agosto, descubrí o redescubrí, los buenos vinos populares argentinos.

Aclaro que en los 80s, tomaba, y bastante, para no desentonar con la época, vino de litro y para eventos, asados, etc., damajuanas, tanto blanco como tinto. Las marcas eran Resero, Termidor, básicamente, Y Parrales de chilecito las damajuanas. Nací en 1970, comencé a beber, en 1985.

En los 90, también adaptado a las épocas,  bebía casi todo el tiempo, espumantes.  Y desde el 2000, si bien no volví a beber vinos populares, una vez al año, compraba varios litros y los probaba para entender la diferencia con lo que iba apareciendo.

Desde siempre, el destacado fue Vino Toro. Por la calidad, en el sentido que siempre uno encuentra lo que espera, lo que bebió siempre en esa etiqueta. Y siempre me sorprendió la sanidad de la uva, uva en buen estado, ni verde ni muy madura, fresca, bien cuidada, y sin mucho corrector evidente sulfuroso excesivo como conservante en varias etapas.

Hoy, agosto del 2020, el precio retail de una botella de Toro de 750cm3 es de 60 pesos. Y con descuentos se puede llegar a pagar 35 pesos. Unos $ 0.35 dólares.


¿Cuál es el secreto para comprar bien? Para mí, el siguiente:

Ir a un supermercado donde se venda mucho vino, así nos aseguramos que este tipo de vinos, que son de consumo en el año, es decir, se cosecha en marzo, lo ideal es consumirlo desde junio de ese año, a junio del siguiente cuando esté disponible la nueva cosecha.

Pero eso no es suficiente, en estos vinos, como en muchos otros, se embotella por partidas, y estas, suelen variar muchísimo, ya que al vinificar tantos millones de litros, la uva suele ser de diferentes proveedores. Es decir, misma vinificación, mismo estilo, pero si la uva cambio, puede haber hasta 1.5 grados de alcohol de diferencia. Y eso, es un montos, así que a fijarse en cada botella, el alcohol declarado, y que este no se inferior a 13. Los vinos baratos, y no tan atractivos, suelen tener alcohol de 12.5 en nuestro país. En Toro Lacrado, por ejemplo, el alcohol supera los 13.5. Y en Toro blanco, los ¡14! 


LA verdad, me detengo unas líneas en este vino, los invito a que vayan al súper más cercano, y compren una botella de vidrio de Toro blanco de ¾, que declare 14,2 de alcohol. Es un vino realmente importante, y está a solo 60 pesos menos los descuentos del día. Para mí la uva de esta partida es sauvignon blanc. Me recuerda a Los Haroldos S.B. Pero 5 veces mas economico. Final levemete amoscatelado, muy agradable. No creo sea ugni blanc ni chenin, nisemillon, etc.



El Toro Rosado, casi una contradicción, rosado afeminado, delicado, y Toro, rojo, macho. Pero más allá del contra marketing, hoy me asome a la góndola, mejor dicho, me agache, ya que estas líneas se ofrecen desde el piso, y le hice caso a mi amigo y colega Roberto Colmenarejo, que me recomendó el rosado, me fijo y en dos botellas el alcohol variaba de 12.8 a 14, otra vez, increíble. Compre el de 14, hoy descorche todo, y lo probé, está muy bien, igualmente si comparamos lo que nos ofrece el Toro blanco, es enorme la diferencia. O será que al rosado argentino nunca lo termine de entender y por lo tanto de disfrutar.


Volviendo al Toro Tinto, hoy encontré que el que me había gustado, muchísimo, el Toro Lacrado, estaba agotado, así que compré para probar, el Toro Bonarda Syrah, en botella de 1.125 Litro… La verdad, no pude terminar la botella, ya no hay equilibrio, se dispara la acidez, no es agradable beberlo. Tambien compre un Resero, hoy de la misma cooperativa, y esta ok, cumplidor y bebible, pero de todos me quedo con el Lacrado, esta increíble, como debe ser, para mi este segmento, vinos simples, pero correctos, sin azúcar residual, sin acidez no deseada, firmes, es decir con buen alcohol, no débiles. Etc.

Salgo de este segmento popular, y me meto en el de la clase media, en lo que queda de ella, respecto a este segmento nunca entendí a esos vendedores de vino que dicen en sus presentaciones, “este vino es para todos los días” y sale lo que sería hoy, ¡400 pesos! En fin. Este es mi hallazgo, mi recomendación.

Aclaro que esta nota, es totalmente desinteresada y no es atemporal, es decir, en este país, los vinos que uno recomiendan hoy, el productor los puede cambiar en la siguiente partida, por x motivos, casi todos referentes a los recursos y estrategias económicas locales, en contra siempre del bolsillo del consumidor. Pero ojo, esto será poco ético, pero es legal, la culpa es del consumidor, que no sabe defenderse, y tiene con qué, pero no lo hace, y el empresario, avanza.

Tiempos de Hot Sale

De las pocas cosas hot que pudimos disfrutar este invierno 2020.

Curioso, en argentina, como ya sabemos, en artículos como ropa, electrodomésticos, y hasta en alimentos, te aumentan un 30% y luego te dicen que te descuentan un 40%, un engaño total, y esto, desde este año, si, es ilegal. Pero por suerte, en bebidas no lo note.

Un día, me llega un mensaje de mi papa, gran consumidor de vinos en las comidas, de todos los días, y en las dos comidas, que me pide que vea la web de la Bodega Bianchi, que ofrecían un 50% de descuento, y envío gratis.

Me asome, y la verdad que era muy tentador, había vinos desde 100 pesos, es decir 200 menos el 50%.

Y le compre, varias cajas. Y el como agradecimiento me envío 3 botellas a mi casa.  Fiel a mi estilo y mi sed, duraron 3 días. Y este es mi comentario.

Aclaro que el comentario es para las cosechas nuevas, las anteriores no me gustaron tanto, por eso repito, fijarse el año de  cada etiqueta y en lo posible el sello del INV donde figura la partida y el contenido alcohólico.

Comienzo por el que no me gustó tanto, o me gusto poco. Un vino que sabemos es el nuevo proyecto de Bianchi, ya no en San Rafael sino en Valle de Uco, como marca la moda de los últimos 10 años, donde hace 20 primero algunas bodegas muy importantes se establecieron directamente ahí, a más de 100 kilómetros de la capital mendocina, asumiendo el riesgo pero confiando en la teoría que  con más altura lograría mejores vinos en en clima desértico como el de la zona. Recuerdo haber visitado bastante Valle de Uco entre 2001 y 2004 y se hablaba mucho de buen potencial de vinos, pero no tanto del buen potencial del malbec. Hoy todo es malbec en Uco. Bueno, sí, pero muy parecido, y a mí, si no se mezcla, con otras variedades y /o zonas, me aburre bastante.

El caso del Mil Piedras, es un vino de unos 450 pesos, retail, y con esta promo quedaba en algo más de 200, bien. Es un vino que volvería a comprar, pero no pagaría más de 250 pesos. Ese es el L


Vamos a lo que me gusto, y mucho.

Antes, nombro el  único blanco que probé en esta compra. De San Rafael, el chardonnay 2020, un clásico de los Bianchi, me recuerda a la línea que lanzaron en 2002, en Argentina, creo era de exportación, Bianchi DOC, una línea simple, sin madera, pero destacando y logrando aromas frutales muy seductores. Precio retail 220, 110 en promo. Genial.

Y lo mejor, lo que seguiré buscando, comprando y disfrutando hasta que esta partida se termine, no creo vuelvan a embotellar un vino tan atractivo a este precio.

Bianchi Malbec San Rafael 2020.

Grata sorpresa. “Me vino bien el vino me vino...tenía sed, es eterna, si, y no tenía vino”. Aclaremos este detalle, mis sentidos estaban muy ávidos. Abrí este malbec 2020. Retail 240 pesos, pero con descuentos y esas cosas que llevan al precio real de mercado, quedó en 120. Lo pruebo... impecable, vista, nariz, sabor, dejo, etc. Fruta plena, mermelada fresca, sabrosa, simple y armoniosa. Pero lo raro, para ser el más accesible de la bodega, intenso. Miro el alcohol, 14.6. Muy extraño para ese precio. Me encantó. También probé el Cabernet 2020, 14.5% de alcohol, me gusto, si.


Yo ya tengo mi caja de blanco Toro, por 38 pesos la botella, aprovechen el 40% de descuento de Coto. Y algo conseguí del Bianchi Malbec 2020. Recomiendo entren a la página de la bodega, el envío es sin cargo.

Me gusto esta pequeña historia de post pandemia, primeros 150 días, y quería compartirla.

Sebastián Bossi

*Si me leyeron hasta acá... Les recomiendo, lean mi libro, La Vida Bien Bebida (2019). Aún disponible en librerías Yenny, www.tematika.com o por privado envíos sin cargo en CABA (Palermo, Villa Crespo, Belgrano, Devoto) pedidos a mi correo. jsbossi@yahoo.com o https://www.instagram.com/sebastianjbossi/ 

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