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martes, 12 de noviembre de 2024

Birra Made in Argentina

Argentina cervecera, nueva era 
“MADE IN ARGENTINA”

Que está pasando en el país, o que viene pasando desde el 2018, cuando desapareció como sociedad la tercera de las 3 grandes cervecerías argentinas, Isenbeck. Pues quedaron dos gigantes, dos pulpos que agarran todo lo que pueden. Más atrás, pero cada vez más cerca en tamaño, están las microcervecerias de todo el país, estas no paran de crecer, y cada año este crecimiento se acelera notablemente, se ve en las góndolas de los supermercados, un ejemplo es Rabieta, que nació hace solo 4 años, justamente por el encuentro e idea de varios ex ejecutivos de Quilmes y CCU y en tiempo "record" lograron traer y producir, un hecho verdaderamente histórico, la Guinness en Argentina.

Pero nada es casual, tiene que ver con la actualidad del país, en realidad con lo que viene pasando desde el 2002, Una Argentina cada vez más devaluada, donde el mercado de cervezas importadas resulta muy difícil de mantener, al menos de manera estable. Y por la misma razón devaluatoria, es muy tentador producir localmente grandes marcas internacionales bajo licencia legal y distribuirlas regionalmente.

¿Quién gana? Los primeros ganadores, y está perfecto, son los empresarios, el estado también, pero también lo haría ampliando la producción de marcas nacionales.

Pero el consumidor local finalmente gana poco, ya que al principio estas marcas sorprenden por estar al alcance de nuestras manos en todo el país, pero luego notamos que terminan siendo las más costosas de la góndola, y nunca llegan a la calidad original, por obvias razones, el agua y también el cereal y el lúpulo, que en el lugar original siempre es más fresco. 

Con el tiempo nos acostumbramos a no tener llegada al mundo original, y eso, culturalmente no es bueno, es malo. El disfrute se ve muy limitado.


Esta es mi síntesis cronológica sobre la cerveza argentina, publicada en mi libro “La Vida Bien Bebida” (Lumiere).

Primera cervecería argentina: 1869 - Emilio Bieckert (Alsacia, Francia) funda Bieckert (CABA). Desde 2007 CCU.

2o cervecería argentina: 1884 - Cerró en 2003 San Carlos (Santa Fe).

3o cervecería argentina: 1887 - Otto Bemberg funda Quilmes (Buenos Aires).

4o cervecería argentina: Palermo 1897 - Ernesto Tornquist (CABA). 1907 se lanza la marca Palermo. 1918 a 2007 (Quilmes, ela-borada en Buenos Aires desde 1977 hasta 2007 que pasa a CCU).

5° cervecería argentina: 1912 cervecería Santa Fe (Schneider maestro cervecero) Apertura en 1913 en barrio Sur.

1913: Cervecería Norte argentino. 1917 C. Córdoba y 1921 C. Cuyo.

1932: Otto Schneider crea su propia fábrica, Schneider.

*Entre 1930 y 1940 Quilmes (Familia Bemberg) adquiere Santa Fe y compite con Schneider.

1945: nace “La Reina de las Cervezas” de Schneider.

1953: nace la marca “Imperial”, Quilmes. CCU desde 2007.

1958: cervecería Salta.

1979: Santa Fe compra Schneider.

1994: CCU Argentina.

1994: Isenbeck/Warsteiner. 2010 Sab Miller.

1995: CCU adquiere Santa Fe.

1996: CCU elabora Budweiser.

1997: Quilmes elabora Heineken.

1998: CCU adquiere Córdoba.

1998: Antares Mar del Plata.

2004: Otro Mundo Santa Fe (2010 alianza CCU).

2004: CCU elabora Heineken.

2005: Quilmes elabora Stella Artois.

2007: CCU adquiere Imperial, Bieckert y Palermo.

(2007 Imperial Lager, 2011 Imperial Cream Stout y Amber Lager, 2012 Imperial Scoch Ale, 2014 Imperial Trigo, 2017 Imperial IPA).

2007: Quilmes lanza Patagonia Amber Lager (2010 Patagonia Weiss y Patagonia Pilsner, 2015, Patagonia Kune Pale Ale, 2016 Patagonia IPA).

2012: CCU elabora Amstel Premium Pilsener en Argentina.

2012: Isenbeck elabora Miller.

2013: Isenbeck elabora Lite (discontinuada en 2015).

2014: CCU elabora SOL (y deja de importar Corona).

2015: Isenbeck elabora Grolsch.

2017: Isenbeck Black IPA y Honey. (Discontinuadas)

2017: Quilmes Original (sin químicos, clean label) reemplaza a Cristal.

2017: Grolsch Blonde. (Discontinuada)

2018: Las grandes multinacionales se reparten gran parte de sus marcas según directivas internacionales. Quedando dos protagonistas principales, CCU y ABInBev (Quilmes). Budweiser pasa a Quilmes y CCU recibe Isenbeck, Warsteiner, Grolsch, Miller e Iguana.

2018 Andes Origen lanza un amplio porfolio. Elaborado por Quilmes desde su planta de Zarate.

2019: Imperial lanza APA, luego del éxito de su IPA. Patagonia continúa ampliando su portfolio. Ese mismo año, en diciembre, Imperial lanza Imperial Golden.

2019 (diciembre) Corona comienza su elaboración Argentina (Por Quilmes, en Zarate).

2019 Lester Free se  lanza desde Victoria Entre Ríos, la primera cerveza argentina de gluten removido. 

 2020 Goose Island IPA Argentina (Quilmes)

2021 Amstel Lager.

2021 Andes IPA Roja.

2021 CCU pasa a producir su tradicional cerveza Salta pero en la planta de Santa Fe y a mediados de año lanza las Salta Cautiva Rubia y Roja, a fin de este año agrego una tercera, Cautiva Blend (Trigo IPA). Para competir con Andes Origen.


2021 Quilmes adquiere la licencia y elabora Michelob Ultra, con solo 3,5 grados de alcohol.

2021 La cervecería Rabieta (Zarate) elabora Guinness Argentina.


2021 Quilmes presentó Quilmes Doble Malta. 

2022 Goose Island Hazy IPA

2022 Stella Artois Blanche White Lager

2022 Cautiva Negra. Elaborada por Rabieta (La Yungere) en Pilar para CCU.

2022 Grolsch Red Ale.

2022 Bieckert BAPA Buenos Aires Pale Ale.

2023 Bieckert Pilsen Urbana.

2023 Heineken lanza su Cero Alcohol, para competir con Stella Artois Cero (2021). Recordemos que en Argentina el mercado de cervezas sin alcohol comenzó con Quilmes Liberty (1995), Luego con la etiqueta Lieber (2011), y Quilmes 0.0% desde 2020.

2023 Grolsch IPA 


2023 (Junio) Quilmes IPA 

2023 (octubre) Bieckert Costanera Sur

2023 Goose Island Lager argentina 

2022 Chachingo de Ale Vigil se une a Quilmes y lanza una lager con lavanda y cardamomo y una Ale con mosto cínico.

2024 Salta Cautiva Session IPA

2024 Día (supermercado) lanza Oslava. A solo un dólar. 

2024 Corona Cero (Sin alcohol).

2024 Michelob Ultra Argentina obtiene el sello Gluten Free 

2025 Sudamericana de Bebidas, desde San Rafael, aumenta su producción de cerveza liviana (4.1/4.4% alcohol) en envase plástico de litro. 100% malta y también con adjuntos. Además de Oslava, 361, Zeus, y Apolo. Siendo así la opción más accesible de cervezas en todo el país, con precios finales de 1 dólar el litro. 

2025 (julio) Guinness Argentina lanza Hop House 13 Lager. Pero continua sin importar nada,

SB

*Esta nota pertenece al capítulo Cerveza Argentina, publicado en el libro La Vida Bien Bebida. Sebastián Bossi Lumiere. Publicado en 2019. Aquí esta actualizado a marzo 2024

sábado, 6 de noviembre de 2021

Guinness Argentina

Sorpresa de viernes. Vaya si lo fue, así me entere ayer, 5 de noviembre de 2021, que una de mis marcas de cerveza preferidas se estaba fabricando en Argentina. 


Como cada viernes, voy al supermercado a comprar algo rico para comer, y si me tiento, algo para beber también. Pero la verdad es que en los últimos años, las góndolas de cervezas argentinas, son más aburridas que tentadoras, por la falta de novedades, hay un sector de lager populares, otras un poco más maquilladas pero no muy diferentes, y en el caso de las Ales, todas muy parecidas, termina siendo todo bastante aburrido.

Y de repente, estaba en Carrefour recoleta, vi un six pack, de Guinness, solo, como abandonado, sin precio, ni lugar en la góndola, etc., estaba como perdido, evidentemente aun no tenía el lugar que tendrá en los próximos días.

Fui hasta la caja y consulte el precio, me dice 220 pesos, y me quedo pensando, que raro, 1 dólar la lata, ¿importada? Rápidamente veo y leo, fabricada en Pilar, BA, Argentina. Me quede helado, pero ya me imaginaba probándola, así fue, un par de horas mas tarde, y el video se puede ver en mi canal de YouTube, Sebastián Bossi YouTube.

Así que me puse a investigar, y así fui escribiendo esta nota.

La Guinness Argentina está elaborada por La Yungueré S.A, cervecería que tengo entendido es la que elabora Rabieta desde 2017 y Pampa, asociados en la distribución al menos de varias cervezas más en todo el país como se observa en su sitio comercial https://www.craftmoments.com.ar/ que sería la competencia de Ambev https://www.craftsociety.com.ar/.

Como vemos en los curriculums de los socios fundadores, son profesionales idóneos por demás, con entre 20 y 30 años de experiencia ejecutiva, tanto en el mundo cervecero mundial como también en lo comercial. Esto es genial, pero en Argentina, tantos tiburones juntos, es un arma de doble filo. 

Guinness llega a fabricarse en Argentina de la mano de ellos: Gustavo Schickendantz (ex VP Marketing Innovación and Global Brands Heineken Américas), Tomás Fellner, ex Director Trade Marketing Cervecería y Materia Quilmes), Sebastián MacKinnon (ex Managing Director LATAM Diageo Guinness), Miguel de Achaval (Director Comercial de HAPSA), Guido Mühr (MBA, Maestro Cervecero diplomado titulado en la Universidad Munich Weihenstephan, ex Gerente Industrial de Fabricas Nacionales de Cerveza, Montevideo y Minas – Uruguay, y ex-gerente de planta Cervecería Boliviana Nacional S.A. en Santa Cruz – Bolivia) y Rubén Diciero (Maestro Cervecero Titulado en Doemmens, ex Gerente Industrial de Cervecería y Materia Quilmes). 

El plan es más que ambicioso, el consumidor se va a encontrar con un conjunto de marcas asociadas en cadenas de bares y supermercados. Nadie duda de todos estos nuevos empresarios, pero ya sabemos cómo es Argentina, tiende a monopolizar este sector, y el perjudicado es siempre el consumidor. Lo que este necesita es un mercado bien dividido, con oferta de producción local e importada en partes razonables, no puede ser que no tengamos nada importado, que todo se fabrique acá y por la misma gente. Perdemos sabores, y al final terminamos pagando caro los productos locales, ya que no compiten con nadie, solo entre ellos, y cada vez que el consumidor quiere elegir con libertad, tendrá menos opciones para hacerlo. Los mismos lugares y las mismas cervezas, a lo sumo con más etiquetas pero el mismo sabor unificado. Como paso con las cervecerías industriales, La cerveza Andes, o Salta, o Santa Fe, antes se hacían solo en los lugares de origen, hoy se hacen todas en un mismo lugar y se distribuyen. Tiende a ser todo lo mismo o muy parecido, se pierde en cultura, ganan los grandes empresarios. Y los mismo pasa con las grandes marcas internacionales que se fueron instalando desde 1994 (Warsteiner) y mucho más en los últimos años. Los casos más resonantes fueron Grolsch, Corona y ahora Guinness. Todos distintos empresarios que a la larga terminan siendo muy parecidos, haciendo las mismas acciones en pos de facturar más a cualquier precio. El agua, los cereales, levaduras, técnicas tanques, y finalmente sabores, terminan siendo casi los mismos. Eso sí, el marketing impecable. Hasta se perdió la costumbre ética de mantener siempre al menos una línea, muchas veces subsidiada, importada, para que el consumidor pueda tener presente siempre el sabor de origen a mano. Ya no lo tenemos, y creo es peligroso.

Me siento como un indio mirando espejitos de colores, cada vez que entero de la llegada de estas grandes marcas internacionales me pasa lo mismo, me alegro mucho, pero finalmente me pregunto, donde puedo probar la original y así recordar mejor y estar seguro de la calidad lograda. Y como decía, ya no se puede. Esta es mi opinión de la Guinness elaborada en Argentina. La Guinness Original Extra-Stout es de las primeras recetas del archivo de la cervecería Guinness.

En Argentina durante la década del 90 se importaba la Foreing Extra, una Stout concentrada en sabores, con un alcohol mucho más alto que los 5 grados de esta receta.

 Luego hasta el 2012 CCU importo la Guiness Draught, deliciosa cerveza de solo 4.2 grados de alcohol, que invitan a beber a toda hora, con un amargor exquisito dejando un final casi adictivo. Al principio contenía el famoso dispositivo de capsula de nitrógeno, patentado por Guinness en 1988, que al servirlo nos quedaba una pinta verdaderamente perfecta, tal cual, y hasta ese invento uno solo la podía disfrutar en un exclusivo bar del mundo que importe el barril de Guinness. Lo cierto es que argentina importaba también los barriles, en 1998, con la apertura del bar Kilkenny se llegó a batir records de venta para Sudamérica, pero un problema de logística serio, sumado a la devaluación de diciembre de 2001, hizo que desde 2003 quedaran abandonadas las canillas de Guinness Argentina, por suerte una pequeña pero gran fábrica, supo aprovechar ese vacío. Fue Gambrinus Beer, pero esa es otra historia. Argentina siguió importando por CCU la botella Draught, pero ya en 2011 se traía solo la versión con nitrógeno libre, no con el “chiche” como dispositivo, desde la casa matriz aclararon que lo hacían para poder ser disfrutada más fácilmente desde el pico, sin vaso. Y un año más tarde por restricciones importadoras especialmente a las grandes cervecerías argentinas, como CCU, estas se terminaron dedicando más, casi exclusivamente a la producción nacional, más tarde surgiría la idea de ampliar las licencias para fabricar más marcas importadas en Argentina. 

Este, hasta hoy, es un camino de ida. 

Guinness Argentina

Presentación: Lata de 473ml. Con el logo tradicional, impecable. Precio: 220 pesos argentinos (al lanzamiento, 1 noviembre 2021).

Vista: oscura casi negra. Con espuma firme, cremosa y amarillenta. 

Nariz: típica, muy agradable, suave. 

Boca: se nota mucho el carbónico, dejando el cuerpo más liviano de lo esperado. El amargor es leve, final corto, agradable. 

Conclusión: Un lujo para Argentina. Bienvenido sea. Esperemos pueda llegar a las barras una versión draft. Y porque no, aún no pierdo la esperanza, lleguen a un acuerdo con la casa matriz para importar alguna de las Guinness de origen.

SB





martes, 16 de marzo de 2021

San Patricio en Argentina. 2021




 San patricio 2021, a un año exacto del comienzo de la pandemia en argentina.

Que no se "sequen" los festejos


17 de marzo San Patricio
Para muchos es una fecha más, para muchos otros una fecha inentendible, para los irlandeses la fecha más representativa a nivel internacional, para un argentino como yo, es la fecha que me recuerda a uno de los mejores bares de la década del 90, Shamrock. Bar que junto a otro diametralmente opuesto en cuestión de target, pero igualmente parejo en cuestión de honestidad
en su propuesta, Henry Bean's, inventaron el Happy Hour en Argentina. Fue eso, legitimar, garantizar una hora verdaderamente feliz en la vida cotidiana del argentino, blanquear la sed de alcohol que todos teníamos, algunos más que otros.
Pero blanqueara para bien, ¿o alguien vio a algún borracho a las 7 p.m.? Estos aparecen en horas no tan felices. Fue un verdadero clic, un antes y un después de los bares de Buenos Aires. Luego del éxito de estos bares entre 1993 y 1996, llegó mi debut en San Patricio, fue en Shamrock 1996, este bar abrió a finales de 1995. Luego llegaría la consagración de la celebración de esta fiesta popular, fue en 1998 con la apertura del gran “Kilkenny Bar”. Con este Superclásico vinieron los records de venta y consumo de cerveza Guinness, y el panorama cultural se abrió notablemente no solo en cervezas, también en Spirits, poco después, ya en este siglo, Kilkenny, siempre de la mano de su manager, mi amigo Roberto Amitrano, inauguró su impecable Whisky Club- Hoy poco y nada queda de la enorme energía de ese bar.
Otro de mis bares favoritos abrió en septiembre de ese mismo año 98, La Cigale. Todo ese aporte cultural, traído por inmigrantes y por argentinos que habían vivido,
trabajado y absorbido lo mejor del mundo de las bebidas desde su misma fuente, Europa, siguieron aportando lo suyo hasta donde pudieron, hasta que el mercado económico y político se los permitió. Uno que se sumó
sobre la última ola de ese buen momento fue GibraltarBar, en Diciembre de 2001, lo mejor, lo más destacable, es que Gibraltar se supo adaptar de la mejor manera, conservando su identidad plena, y perdurar intacto, aun hoy año (2023), está igual que en 2001, un logro difícil de explicar. Algo se deberá a su creador, el argentino Alex Fullin,
Así continuaron, casi tres décadas de constantes festejos.
Yo pienso, si en los 17 de marzo, se sienten muchas y buenas ganas de brindar, como solo lo sentimos verdaderamente en contadas fechas durante el año, comparables por qué no, con Navidad en cuanto a excusas para brindis varios, siendo además el Santo Patricio, más real y comprobable que Papa Noel, pues basta de prejuzgar el verde sagrado, a lucirlo de alguna manera y a brindar con lo mejor que se tenga a mano, ¡una rica cerveza y/o whisky es más que suficiente para este día feliz!
¡Salud!
#sanpatricio #saintpatricksday #saintpatrick #guinness #stone #gibraltar #stonebrewing #gibraltarbar #lavidabienbebida #100vecesnosalgoperosibebo #100vecesnosalgo
Este texto pertenece al capítulo 2 de mí libro 100 Veces No Salgo. Publicado en 2021.


lunes, 28 de octubre de 2019

La Vida Bien Bebida

Desde noviembre disponible a la venta por este medio jsbossi@yahoo.com y en librerías.

sábado, 30 de julio de 2011

Cerveza. El Observador.com.uy


La cerveza va por la gloria del refinamiento
Desde hace por lo menos una década, algunas marcas de cerveza han iniciado cambios en sus procesos de calidad, siguiendo los pasos del vino. Con las abadías trapenses belgas como abanderadas de esta vuelta a la tradición, muchas cervezas de diferentes

Ferrán Adriá levanta el dedo índice y exclama: “En el time-line de la historia de las cervezas, habrá siempre aquella marca (remarca con el índice en el aire) de cuando se contextualizó una cerveza que era otra cosa”.

Para el cocinero catalán más famoso de la actualidad, estamos viviendo dentro de esa marca. Y la razón es que el mundo de la cerveza está en pleno proceso de cambio.

Algunas se están acercando al vino en sus grados de refinamiento. Pero ¿dónde se nota esta tendencia? Se puede empezar por fuera, por la botella; a nivel de imagen. Las etiquetas colocan el año de cosecha. Agregan información sobre las maltas utilizadas y los blends (o sea, las mezclas de maltas), si es que tienen. Y elevan la bebida al grado gourmet cuando integran el maridaje con el que se puede acompañar, dependiendo de la cerveza.

Todo esto redunda en que estas marcas hagan elevarla un par de escalones como bebida fina, de disfrute y de placer, frente a la tradicional visión de la bebida como un mero refresco con alcohol.

Pero antes que la imagen está la esencia de la fabricación, que volvió a las raíces, recuperando y rescatando un estilo olvidado por más de un siglo: el de hacer la cerveza sin control de temperatura, resaltando los sabores de la materia prima, que se termina de fermentar en el sótano del bar que adquirió ese barril, dándole una característica única, similar a la que ocurre con los vinos y sus terroirs. Casi todas estas cervezas son ales, es decir de fermentación a temperatura ambiente o alta, como en el caso de los vinos tintos.

Como resultado se consiguen productos más sabrosos y de mayor cuerpo o volumen en boca, ideales para incluirlas en la mesa y maridarlas con la gastronomía de moda en cada país.

Pequeño pero pujante
Antes que nada hay que aclarar que esta tendencia se da en un sector pequeño del volumen total de cerveza producida a nivel global.

“El mundo consume más del 90% de cervezas lagers, es decir cervezas de fermentación en frío, dando cervezas de estilo liviano y muy fáciles de tomar, pero en los últimos años se ve una tendencia marcada hacia el origen mismo de la cerveza, las ales, más que nada en los consumidores que asocian la cerveza a las comidas, a la cultura gastronómica”, explicó a El Observador el gurú de cervezas argentino Sebastíán Bossi, consultor en esta bebida de la casa uruguaya Vinos del Mundo, de Wine Select.

Esto responde a otro cambio, tan importante como el anterior, que se ha producido en el consumidor. “Creo que es una necesidad de responder a nuevas inquietudes. El ser humano de este siglo es cada vez más racional, piensa lo que quiere, no acepta un marketing vacío. Los cerveceros se preparan para esa demanda”, afirma el sommelier.

Las puntas de lanza
Luego de que a lo largo del siglo XX hubiera un dominio casi absoluto de las lagers o también llamadas de “refrescancia” (hasta el día de hoy la marca más vendida del mundo es Bud Light, “una cerveza elegida solo para calmar la sed”, según Bossi), desde 1990 en EEUU y en el mundo mucho más notable en los últimos diez años, se viene dando un refinamiento o un rescate de los estilos originales.

Una de las puntas de lanza de este cambio se produjo en las antiguas abadías de los monjes trapenses de Bélgica y Holanda, donde la tradición de fabricar maltas para cerveza tiene casi diez siglos. Allí están los siete monasterios que siguen fabricando cerveza artesanal, con sopas muy frutales, con mucho sedimento de levadura y con una segunda fermentación dentro de la botella, según la explicación del fallecido experto en cervezas Michael Jackson, en su blog The Beer Hunter.

El origen de la producción de cerveza de trapenses es ambivalente: por un lado es tan religioso como sus plegarias y se debe a las normas de San Benedicto, y por otro es físico, ya que con su ingesta los padres podían sobrevivir durante los fríos días del ayuno de cuaresma de Pascua. Chimay, Düvel, Westmalle, Maredsous y Leffe son algunas de las marcas de abadía que lideran en cuanto a calidad y que se pueden encontrar en Uruguay, tanto en supermercados como en licorerías especializadas.

Pero por fuera de las cervezas de abadía, marcas como Fullers en Inglaterra, con su extenso portfolio de ales, y Paulaner y Erdinger desde Alemania cautivando a todo el mundo con sus cervezas de trigo, son referentes en esta tendencia. Guinness en Irlanda, Sapporo en Japón y Miller en Estados Unidos también son marcas que engrosan este camino de refinamiento y calidad. Y Pilsner Urquell desde República Checa, que es la lager más famosa y de mayor reputación.

“Bélgica tiene un potencial enorme pero por lo general su producción es escasa y no puede lograr precios competitivos”, afirmó Bossi.

Cerveza made in El Bulli
Como en los pubs más refinados de Dublín, El Bulli, el restorán de Ferrán Adriá en Barcelona, desarrolló una cerveza premium propia, y la bautizó Estrella Damm Inedit. En Uruguay no está en supermercados y solo se encuentra en algunos restaurantes. “(Estrella Damm Inedit) Es una cerveza para comer. Nos dimos cuenta de que había un hueco ahí: que se puede comer con cerveza”, dice Adriá en el video promocional de la Inedit.

Fue desarrollada por dos integrantes del equipo de El Bulli, David Seijas y Ferrán Centellas. “Queríamos darle algo nuevo al vientre, nos está pidiendo algo”, explica Seijas.

Se trata de un coupage (mezcla entre dos) maltas de cebada y de trigo, más coriandro, cáscara de naranja y regaliz (una planta aromática que es ingrediente fundamental en la cerveza irlandesa Guiness, por ejemplo). Una auténtica cerveza para degustar en el paladar.

Precios: ¿populares o no?
Todas las cervezas referidas en este artículo tienen precios mucho mayores a los de las cervezas comunes que se consumen en Uruguay. Pero si se las compara con los precios de los vinos, tanto nacionales como importados, la relación calidad-precio mejora mucho.

“Es verdad que algunos precios son altos, como en el caso de las belgas,pero también sabemos que al ser un mercado tan pequeño, los márgenes de ganancia no pueden ser otros. Igualmente estamos comparando este placer, este producto de deleite, con el vino, y ahí sí que está la diferencia. El mercado del vino es el más elitista que existe y la gran mayoría de los vinos buenos son inaccesibles para la clase media. En cambio en este mundo de las cervezas todas son accesibles al menos para una ocasión especial, para todas las clases sociales”, concluyó Bossi.