Como cada viernes, voy al supermercado a comprar algo rico para comer, y si me tiento, algo para beber también. Pero la verdad es que en los últimos años, las góndolas de cervezas argentinas, son más aburridas que tentadoras, por la falta de novedades, hay un sector de lager populares, otras un poco más maquilladas pero no muy diferentes, y en el caso de las Ales, todas muy parecidas, termina siendo todo bastante aburrido.
Y de repente, estaba en Carrefour recoleta, vi un six pack, de Guinness, solo, como abandonado, sin precio, ni lugar en la góndola, etc., estaba como perdido, evidentemente aun no tenía el lugar que tendrá en los próximos días.
Fui hasta la caja y consulte el precio, me dice 220 pesos, y me quedo pensando, que raro, 1 dólar la lata, ¿importada? Rápidamente veo y leo, fabricada en Pilar, BA, Argentina. Me quede helado, pero ya me imaginaba probándola, así fue, un par de horas mas tarde, y el video se puede ver en mi canal de YouTube, Sebastián Bossi YouTube.
Así que me puse a investigar, y así fui escribiendo esta nota.
La Guinness Argentina está elaborada por La Yungueré S.A, cervecería que tengo entendido es la que elabora Rabieta desde 2017 y Pampa, asociados en la distribución al menos de varias cervezas más en todo el país como se observa en su sitio comercial https://www.craftmoments.com.ar/ que sería la competencia de Ambev https://www.craftsociety.com.ar/.
Como vemos en los curriculums de los socios fundadores, son profesionales idóneos por demás, con entre 20 y 30 años de experiencia ejecutiva, tanto en el mundo cervecero mundial como también en lo comercial. Esto es genial, pero en Argentina, tantos tiburones juntos, es un arma de doble filo.
Guinness llega a fabricarse en Argentina de la mano de ellos: Gustavo Schickendantz (ex VP Marketing Innovación and Global Brands Heineken Américas), Tomás Fellner, ex Director Trade Marketing Cervecería y Materia Quilmes), Sebastián MacKinnon (ex Managing Director LATAM Diageo Guinness), Miguel de Achaval (Director Comercial de HAPSA), Guido Mühr (MBA, Maestro Cervecero diplomado titulado en la Universidad Munich Weihenstephan, ex Gerente Industrial de Fabricas Nacionales de Cerveza, Montevideo y Minas – Uruguay, y ex-gerente de planta Cervecería Boliviana Nacional S.A. en Santa Cruz – Bolivia) y Rubén Diciero (Maestro Cervecero Titulado en Doemmens, ex Gerente Industrial de Cervecería y Materia Quilmes).
El plan es más que ambicioso, el consumidor se va a encontrar con un conjunto de marcas asociadas en cadenas de bares y supermercados. Nadie duda de todos estos nuevos empresarios, pero ya sabemos cómo es Argentina, tiende a monopolizar este sector, y el perjudicado es siempre el consumidor. Lo que este necesita es un mercado bien dividido, con oferta de producción local e importada en partes razonables, no puede ser que no tengamos nada importado, que todo se fabrique acá y por la misma gente. Perdemos sabores, y al final terminamos pagando caro los productos locales, ya que no compiten con nadie, solo entre ellos, y cada vez que el consumidor quiere elegir con libertad, tendrá menos opciones para hacerlo. Los mismos lugares y las mismas cervezas, a lo sumo con más etiquetas pero el mismo sabor unificado. Como paso con las cervecerías industriales, La cerveza Andes, o Salta, o Santa Fe, antes se hacían solo en los lugares de origen, hoy se hacen todas en un mismo lugar y se distribuyen. Tiende a ser todo lo mismo o muy parecido, se pierde en cultura, ganan los grandes empresarios. Y los mismo pasa con las grandes marcas internacionales que se fueron instalando desde 1994 (Warsteiner) y mucho más en los últimos años. Los casos más resonantes fueron Grolsch, Corona y ahora Guinness. Todos distintos empresarios que a la larga terminan siendo muy parecidos, haciendo las mismas acciones en pos de facturar más a cualquier precio. El agua, los cereales, levaduras, técnicas tanques, y finalmente sabores, terminan siendo casi los mismos. Eso sí, el marketing impecable. Hasta se perdió la costumbre ética de mantener siempre al menos una línea, muchas veces subsidiada, importada, para que el consumidor pueda tener presente siempre el sabor de origen a mano. Ya no lo tenemos, y creo es peligroso.
Me siento como un indio mirando espejitos de colores, cada vez que entero de la llegada de estas grandes marcas internacionales me pasa lo mismo, me alegro mucho, pero finalmente me pregunto, donde puedo probar la original y así recordar mejor y estar seguro de la calidad lograda. Y como decía, ya no se puede. Esta es mi opinión de la Guinness elaborada en Argentina. La Guinness Original Extra-Stout es de las primeras recetas del archivo de la cervecería Guinness.
En Argentina durante la década del 90 se importaba la Foreing Extra, una Stout concentrada en sabores, con un alcohol mucho más alto que los 5 grados de esta receta.
Luego hasta el 2012 CCU importo la Guiness Draught, deliciosa cerveza de solo 4.2 grados de alcohol, que invitan a beber a toda hora, con un amargor exquisito dejando un final casi adictivo. Al principio contenía el famoso dispositivo de capsula de nitrógeno, patentado por Guinness en 1988, que al servirlo nos quedaba una pinta verdaderamente perfecta, tal cual, y hasta ese invento uno solo la podía disfrutar en un exclusivo bar del mundo que importe el barril de Guinness. Lo cierto es que argentina importaba también los barriles, en 1998, con la apertura del bar Kilkenny se llegó a batir records de venta para Sudamérica, pero un problema de logística serio, sumado a la devaluación de diciembre de 2001, hizo que desde 2003 quedaran abandonadas las canillas de Guinness Argentina, por suerte una pequeña pero gran fábrica, supo aprovechar ese vacío. Fue Gambrinus Beer, pero esa es otra historia. Argentina siguió importando por CCU la botella Draught, pero ya en 2011 se traía solo la versión con nitrógeno libre, no con el “chiche” como dispositivo, desde la casa matriz aclararon que lo hacían para poder ser disfrutada más fácilmente desde el pico, sin vaso. Y un año más tarde por restricciones importadoras especialmente a las grandes cervecerías argentinas, como CCU, estas se terminaron dedicando más, casi exclusivamente a la producción nacional, más tarde surgiría la idea de ampliar las licencias para fabricar más marcas importadas en Argentina.
Este, hasta hoy, es un camino de ida.
Guinness Argentina
Presentación: Lata de 473ml. Con el logo tradicional, impecable. Precio: 220 pesos argentinos (al lanzamiento, 1 noviembre 2021).
Vista: oscura casi negra. Con espuma firme, cremosa y amarillenta.
Nariz: típica, muy agradable, suave.
Boca: se nota mucho el carbónico, dejando el cuerpo más liviano de lo esperado. El amargor es leve, final corto, agradable.
Conclusión: Un lujo para Argentina. Bienvenido sea. Esperemos pueda llegar a las barras una versión draft. Y porque no, aún no pierdo la esperanza, lleguen a un acuerdo con la casa matriz para importar alguna de las Guinness de origen.
SB
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