miércoles, 24 de noviembre de 2021
Sebastián Bossi en Radio Ensamble
lunes, 15 de noviembre de 2021
Birra Made in Argentina
Que está pasando en el país, o que viene pasando desde el 2018, cuando desapareció como sociedad la tercera de las 3 grandes cervecerías argentinas, Isenbeck. Pues quedaron dos gigantes, dos pulpos que agarran todo lo que pueden. Más atrás, pero cada vez más cerca en tamaño, están las microcervecerias de todo el país, estas no paran de crecer, y cada año este crecimiento se acelera notablemente, se ve en las góndolas de los supermercados, un ejemplo es Rabieta, que nació hace solo 4 años, justamente por el encuentro e idea de varios ex ejecutivos de Quilmes y CCU y en tiempo "record" lograron traer y producir, un hecho verdaderamente histórico, la Guinness en Argentina.
Pero nada es casual, tiene que
ver con la actualidad del país, en realidad con lo que viene pasando desde el
2002, Una Argentina cada vez más devaluada, donde el mercado de cervezas
importadas resulta muy difícil de mantener, al menos de manera estable. Y por
la misma razón devaluatoria, es muy tentador producir localmente grandes marcas
internacionales bajo licencia legal y distribuirlas regionalmente.
¿Quién gana? Los primeros
ganadores, y está perfecto, son los empresarios, el estado también, pero
también lo haría ampliando la producción de marcas nacionales.
Pero el consumidor local finalmente gana poco, ya que al principio estas marcas sorprenden por estar al alcance de nuestras manos en todo el país, pero luego notamos que terminan siendo las más costosas de la góndola, y nunca llegan a la calidad original, por obvias razones, el agua y también el cereal y el lúpulo, que en el lugar original siempre es más fresco.
Con el tiempo nos acostumbramos a no tener
llegada al mundo original, y eso, culturalmente no es bueno, es malo. El
disfrute se ve muy limitado.
Esta es mi síntesis cronológica
sobre la cerveza argentina, publicada en mi libro “La Vida Bien Bebida”
(Lumiere).
Primera cervecería argentina: 1869 - Emilio Bieckert (Alsacia, Francia) funda Bieckert (CABA). Desde 2007 CCU.
2o
cervecería argentina: 1884 - Cerró en 2003 San Carlos (Santa Fe).
3o cervecería
argentina: 1887 - Otto Bemberg funda Quilmes (Buenos Aires).
4o
cervecería argentina: Palermo 1897 - Ernesto Tornquist (CABA). 1907 se lanza la
marca Palermo. 1918 a 2007 (Quilmes, ela-borada en Buenos Aires desde 1977
hasta 2007 que pasa a CCU).
5°
cervecería argentina: 1912 cervecería Santa Fe (Schneider maestro cervecero)
Apertura en 1913 en barrio Sur.
1913:
Cervecería Norte argentino. 1917 C. Córdoba y 1921 C. Cuyo.
1932:
Otto Schneider crea su propia fábrica, Schneider.
*Entre
1930 y 1940 Quilmes (Familia Bemberg) adquiere Santa Fe y compite con
Schneider.
1945:
nace “La Reina de las Cervezas” de Schneider.
1953:
nace la marca “Imperial”, Quilmes. CCU desde 2007.
1958:
cervecería Salta.
1979:
Santa Fe compra Schneider.
1994:
CCU Argentina.
1994:
Isenbeck/Warsteiner. 2010 Sab Miller.
1995:
CCU adquiere Santa Fe.
1996:
CCU elabora Budweiser.
1997:
Quilmes elabora Heineken.
1998:
CCU adquiere Córdoba.
1998:
Antares Mar del Plata.
2004:
Otro Mundo Santa Fe (2010 alianza CCU).
2004:
CCU elabora Heineken.
2005:
Quilmes elabora Stella Artois.
2007: CCU adquiere Imperial, Bieckert y Palermo.
(2007
Imperial Lager, 2011 Imperial Cream Stout y Amber Lager, 2012 Imperial Scoch
Ale, 2014 Imperial Trigo, 2017 Imperial IPA).
2007:
Quilmes lanza Patagonia Amber Lager (2010 Patagonia Weiss y Patagonia Pilsner,
2015, Patagonia Kune Pale Ale, 2016 Patagonia IPA).
2012: CCU elabora Amstel Premium Pilsener en Argentina.
2012:
Isenbeck elabora Miller.
2013:
Isenbeck elabora Lite (discontinuada en 2015).
2014:
CCU elabora SOL (y deja de importar Corona).
2015: Isenbeck elabora
Grolsch.
2017: Isenbeck Black IPA y Honey. (Discontinuadas)
2017: Quilmes Original (sin
químicos, clean label) reemplaza a Cristal.
2017:
Grolsch Blonde. (Discontinuada)
2018: Las grandes multinacionales se reparten gran parte de sus marcas según directivas internacionales. Quedando dos protagonistas principales, CCU y ABInBev (Quilmes). Budweiser pasa a Quilmes y CCU recibe Isenbeck, Warsteiner, Grolsch, Miller e Iguana.
2018
Andes Origen lanza un amplio porfolio. Elaborado por Quilmes desde su planta de
Zarate.
2019:
Imperial lanza APA, luego del éxito de su IPA. Patagonia continúa ampliando su
portfolio. Ese mismo año, en diciembre, Imperial lanza Imperial Golden.
2019
(diciembre) Corona comienza su elaboración Argentina (Por Quilmes, en
Zarate).
2021
Amstel Lager.
2021 Andes IPA Roja.
2021
CCU pasa a producir su tradicional cerveza Salta pero en la planta de Santa Fe
y a mediados de año lanza las Salta Cautiva Rubia y Roja, a fin de este año
agrego una tercera, Cautiva Blend (Trigo IPA). Para competir con Andes Origen.
2021
Quilmes adquiere la licencia y elabora Michelob Ultra, con solo 3,5 grados de
alcohol.
2021
La cervecería Rabieta (Zarate) elabora Guinness Argentina.
2021 Quilmes presentó Quilmes Doble Malta.
2022 Goose Island Hazy IPA
2022 Stella Artois Blanche White Lager
2022 Cautiva Negra. Elaborada por Rabieta (La Yungere) en Pilar para CCU.
2022 Grolsch Red Ale.
2022 Bieckert BAPA Buenos Aires
Pale Ale.
2023 Bieckert Pilsen Urbana.
2023 Heineken lanza su Cero Alcohol, para competir con Stella Artois Cero (2021). Recordemos que en Argentina el mercado de cervezas sin alcohol comenzó con Quilmes Liberty (1995), Luego con la etiqueta Lieber (2011), y Quilmes 0.0% desde 2020.
2023 Grolsch IPA
SB
*Esta nota pertenece al capítulo Cerveza Argentina, publicado en el libro La Vida Bien Bebida. Sebastián Bossi Lumiere. Publicado en 2019. Aquí esta actualizado a marzo 2024
sábado, 6 de noviembre de 2021
Guinness Argentina
Como cada viernes, voy al supermercado a comprar algo rico para comer, y si me tiento, algo para beber también. Pero la verdad es que en los últimos años, las góndolas de cervezas argentinas, son más aburridas que tentadoras, por la falta de novedades, hay un sector de lager populares, otras un poco más maquilladas pero no muy diferentes, y en el caso de las Ales, todas muy parecidas, termina siendo todo bastante aburrido.
Y de repente, estaba en Carrefour recoleta, vi un six pack, de Guinness, solo, como abandonado, sin precio, ni lugar en la góndola, etc., estaba como perdido, evidentemente aun no tenía el lugar que tendrá en los próximos días.
Fui hasta la caja y consulte el precio, me dice 220 pesos, y me quedo pensando, que raro, 1 dólar la lata, ¿importada? Rápidamente veo y leo, fabricada en Pilar, BA, Argentina. Me quede helado, pero ya me imaginaba probándola, así fue, un par de horas mas tarde, y el video se puede ver en mi canal de YouTube, Sebastián Bossi YouTube.
Así que me puse a investigar, y así fui escribiendo esta nota.
La Guinness Argentina está elaborada por La Yungueré S.A, cervecería que tengo entendido es la que elabora Rabieta desde 2017 y Pampa, asociados en la distribución al menos de varias cervezas más en todo el país como se observa en su sitio comercial https://www.craftmoments.com.ar/ que sería la competencia de Ambev https://www.craftsociety.com.ar/.
Como vemos en los curriculums de los socios fundadores, son profesionales idóneos por demás, con entre 20 y 30 años de experiencia ejecutiva, tanto en el mundo cervecero mundial como también en lo comercial. Esto es genial, pero en Argentina, tantos tiburones juntos, es un arma de doble filo.
Guinness llega a fabricarse en Argentina de la mano de ellos: Gustavo Schickendantz (ex VP Marketing Innovación and Global Brands Heineken Américas), Tomás Fellner, ex Director Trade Marketing Cervecería y Materia Quilmes), Sebastián MacKinnon (ex Managing Director LATAM Diageo Guinness), Miguel de Achaval (Director Comercial de HAPSA), Guido Mühr (MBA, Maestro Cervecero diplomado titulado en la Universidad Munich Weihenstephan, ex Gerente Industrial de Fabricas Nacionales de Cerveza, Montevideo y Minas – Uruguay, y ex-gerente de planta Cervecería Boliviana Nacional S.A. en Santa Cruz – Bolivia) y Rubén Diciero (Maestro Cervecero Titulado en Doemmens, ex Gerente Industrial de Cervecería y Materia Quilmes).
El plan es más que ambicioso, el consumidor se va a encontrar con un conjunto de marcas asociadas en cadenas de bares y supermercados. Nadie duda de todos estos nuevos empresarios, pero ya sabemos cómo es Argentina, tiende a monopolizar este sector, y el perjudicado es siempre el consumidor. Lo que este necesita es un mercado bien dividido, con oferta de producción local e importada en partes razonables, no puede ser que no tengamos nada importado, que todo se fabrique acá y por la misma gente. Perdemos sabores, y al final terminamos pagando caro los productos locales, ya que no compiten con nadie, solo entre ellos, y cada vez que el consumidor quiere elegir con libertad, tendrá menos opciones para hacerlo. Los mismos lugares y las mismas cervezas, a lo sumo con más etiquetas pero el mismo sabor unificado. Como paso con las cervecerías industriales, La cerveza Andes, o Salta, o Santa Fe, antes se hacían solo en los lugares de origen, hoy se hacen todas en un mismo lugar y se distribuyen. Tiende a ser todo lo mismo o muy parecido, se pierde en cultura, ganan los grandes empresarios. Y los mismo pasa con las grandes marcas internacionales que se fueron instalando desde 1994 (Warsteiner) y mucho más en los últimos años. Los casos más resonantes fueron Grolsch, Corona y ahora Guinness. Todos distintos empresarios que a la larga terminan siendo muy parecidos, haciendo las mismas acciones en pos de facturar más a cualquier precio. El agua, los cereales, levaduras, técnicas tanques, y finalmente sabores, terminan siendo casi los mismos. Eso sí, el marketing impecable. Hasta se perdió la costumbre ética de mantener siempre al menos una línea, muchas veces subsidiada, importada, para que el consumidor pueda tener presente siempre el sabor de origen a mano. Ya no lo tenemos, y creo es peligroso.
Me siento como un indio mirando espejitos de colores, cada vez que entero de la llegada de estas grandes marcas internacionales me pasa lo mismo, me alegro mucho, pero finalmente me pregunto, donde puedo probar la original y así recordar mejor y estar seguro de la calidad lograda. Y como decía, ya no se puede. Esta es mi opinión de la Guinness elaborada en Argentina. La Guinness Original Extra-Stout es de las primeras recetas del archivo de la cervecería Guinness.
En Argentina durante la década del 90 se importaba la Foreing Extra, una Stout concentrada en sabores, con un alcohol mucho más alto que los 5 grados de esta receta.
Luego hasta el 2012 CCU importo la Guiness Draught, deliciosa cerveza de solo 4.2 grados de alcohol, que invitan a beber a toda hora, con un amargor exquisito dejando un final casi adictivo. Al principio contenía el famoso dispositivo de capsula de nitrógeno, patentado por Guinness en 1988, que al servirlo nos quedaba una pinta verdaderamente perfecta, tal cual, y hasta ese invento uno solo la podía disfrutar en un exclusivo bar del mundo que importe el barril de Guinness. Lo cierto es que argentina importaba también los barriles, en 1998, con la apertura del bar Kilkenny se llegó a batir records de venta para Sudamérica, pero un problema de logística serio, sumado a la devaluación de diciembre de 2001, hizo que desde 2003 quedaran abandonadas las canillas de Guinness Argentina, por suerte una pequeña pero gran fábrica, supo aprovechar ese vacío. Fue Gambrinus Beer, pero esa es otra historia. Argentina siguió importando por CCU la botella Draught, pero ya en 2011 se traía solo la versión con nitrógeno libre, no con el “chiche” como dispositivo, desde la casa matriz aclararon que lo hacían para poder ser disfrutada más fácilmente desde el pico, sin vaso. Y un año más tarde por restricciones importadoras especialmente a las grandes cervecerías argentinas, como CCU, estas se terminaron dedicando más, casi exclusivamente a la producción nacional, más tarde surgiría la idea de ampliar las licencias para fabricar más marcas importadas en Argentina.
Este, hasta hoy, es un camino de ida.
Guinness Argentina
Presentación: Lata de 473ml. Con el logo tradicional, impecable. Precio: 220 pesos argentinos (al lanzamiento, 1 noviembre 2021).
Vista: oscura casi negra. Con espuma firme, cremosa y amarillenta.
Nariz: típica, muy agradable, suave.
Boca: se nota mucho el carbónico, dejando el cuerpo más liviano de lo esperado. El amargor es leve, final corto, agradable.
Conclusión: Un lujo para Argentina. Bienvenido sea. Esperemos pueda llegar a las barras una versión draft. Y porque no, aún no pierdo la esperanza, lleguen a un acuerdo con la casa matriz para importar alguna de las Guinness de origen.
SB