La baja del consumo de alcohol en el mundo, es una
realidad. (Y mi cara, lo dice todo)
Las nuevas generaciones tienen nuevos hábitos de
consumo y de vida, y como resultado de esta tendencia firme cada vez hay más
abstemios.
Mi posición, como investigador e historiador y
defensor de la cultura alcohólica mundial, es mantener la memoria sobre el
origen y la importancia que tuvo y tiene el alcohol en la vida del hombre.
Tanto en la antigüedad con bebidas fermentadas, como también en los últimos 150
años, junto a la revolución científica, con bebidas destiladas.
Mantener clara esta historia es fundamental para
evitar la mentira del comercio vacío de fundamentos, hoy se intenta vender destilados
sin alcohol, y creo es un sin sentido, el hombre espero siglos para poder
destilar alcohol potable, alcohol etílico puro, para usar sus virtudes, entre
ellas potenciar sustancias naturales curativas, y, además, mantenerlas.
Volviendo al origen de la relación entre el hombre y el
alcohol, se empezó a consumir bebidas alcohólicas por el efecto que el alcohol
nos genera, de placer, probablemente una de las primeras drogas o sustancias
que ingerimos buscando alterar nuestro estado de conciencia. Con el tiempo, a
este principio, se buscó acompañar la experiencia con buenos sabores, pero
siempre fue, un maquillaje.
Lo que hoy se ofrece como bebidas alcohólicas, pero
sin alcohol, es una mentira del marketing. Deberían aclarar que son simplemente
bebidas, con sabor a bebidas alcohólicas, pero sin alcohol.
O generar, inventar, nuevas bebidas, con técnicas de maceración,
infusión nueva, basadas en sustancias naturales energizantes, etc. Pero creo está
mal usar la nobleza del alcohol, para vender productos ya sin este ingrediente.
Es un engaño. Casi un esnobismo.
A las nuevas generaciones de abstemios por gusto, debemos
agregarle los más de mil millones de musulmanes en todo el mundo que tampoco
consumen alcohol. Y creo no es casualidad la moda de los perfumes árabes, es
una forma de adquirir o imitar ciertas costumbres.
Creo la culpa del desinteres de las nuevas generaciones sobre el noble mundo del alcohol, es la forma en que se comunico, o directamente no se hizo, nadie se intereso seriamente en hacerlo, esta rica historia.
Lo cierto, según estadísticas, el consumo de alcohol
no bajo tanto, cayo mundialmente un 1%, pero detuvo su crecimiento, y las
bebidas sin alcohol crecieron hasta un 30% en EEUU y 15% a nivel global.
Argentina acaba de lanzar un “ready to drink” en lata
de la marca Gancia, líder de ventas desde hace 50 años, ahora pionera en un
producto sin alcohol, manteniendo la marca Gancia en su etiqueta. Lo probé
recientemente y no me gusto para nada, es una mezcla exacta de Terma, el clásico
aperitivo sin alcohol que existe desde hace décadas, con una gaseosa con base cítrica
muy artificial. Que además tiene azúcar en forma de jarabe de alta fructuosa,
es decir todo muy artificial, poco noble, y, además, caro, 2 dólares la lata.
Argentina desde hace muchos años intento desarrollar
el mercado de cervezas sin alcohol, Quilmes fue pionero, pero recién este siglo
logro desarrollar productos nobles, con sabores bien logrados si pensamos que
el objetivo es parecerse al producto original, con alcohol. En los últimos 5
años fueron más los lanzamientos de cervezas sin alcohol de varias marcas entre
los dos productores más grandes argentinos, que, de otros productos alcohólicos,
otra señal de hacia dónde va la tendencia. El mundo está cambiando, espero que
estos sean tan profundos que lleguen algún día, nunca se sabe cuándo, ojalá más
pronto que tarde, a 360 grados. O al menos, que la memoria, el origen de de
esta noble historia, nunca se pierda.
Sebastián Bossi
Recomiendo mi manual "Tomemos Conciencia, Tomemos Con Ella"
Video sobre esta nota https://www.instagram.com/reel/DJxQH_kxvfq/?igsh=MXB2MXRneGp1ZGFweA==
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