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No soy de hacer publicidad o
propaganda de vinos argentinos. Pero recorriendo la feria Fibega en la Rural, probé
tintos de decenas de bodegas. Marcas malas, si, las hay, de vinos que quien
sabe de dónde viene la uva y quien y con qué amor los hace, como Anko o
Manos Negras o el mismo Zaha, y los tintos negros. Vinos aburridos. Chatos,
para ser amables. Harto de las bodegas número elaborado a pedido de x marca. En
este país de empresarios poco éticos, esto no funciona como garantía de
calidad.
Y por otro lado están las marcas de nombres pretenciosos, mimadas e
infladas por sus responsables donde solo sos bienvenido si les... bebes los
vinos siempre con una sonrisa y mirada complaciente y si es condescendiente
mejor. De lo contrario serás el enemigo.
Si bien no hay uva oxidada ni defectos muy
evidentes. Si hay uva de alto rendimiento, escaso brillo, en alta gama
predomina el coco, escasea la personalidad y la magia está casi ausente. De los
espumosos mejor ni hablo. Aburren, cansan, me quedo con el placer que me da el
agua con gas.
Bien por los vinos blancos, muy bien por los
blancos 2017, todos..
Otro detalle, es que salvando a los colegas de
siempre, que son un ejemplo laburando, al servicio de lo que demande el
consumidor y no hablando de más, es decir, brindándose al cliente y no acosándolo,
dándole una clase de enología barata y medallas de goma.
Un muchacho no paraba
de enumerarme maridajes con cada vino y yo solo quería probarlos!!!
Lo peor,
stand de Freixenet, pido una copa de rose, antes de mover un brazo el muchacho
no paro de enumerarme las características del producto durante casi 2 minutos,
acto siguiente agarra mi copa vacía pero percudida por el vino anterior, y la
sumerge en una frapera común de agua con hielo, donde luego observe lo hacía
con todos los clientes, supuestamente para enfriar las copas... NUNCA vi algo
igual. Además de ser un peligro en todo sentido, por rotura o contaminación, no
hace falta la copa helada!!!!
Igualmente, el balance es positivo. Aprobada la
propuesta, sobria y funcional, de la gente de Vinomanos. ¿Lo mejor? Los sommeliers de siempre,
muchos de ellos ex alumnos (esos no fallan y hoy aprendo yo de ellos).
También hay gente de bodega, que son sabios...
pocos, Estos dejan que el vino sea el que hable. Y nos permiten ese genial
acercamiento, así deberían ser todas las ferias de vinos.
Nosotros sommeliers, cuidando al vino, pero sin
hablar de más. Brindando... nos, al consumidor.
Lo mejor de la feria, además de los pocos vinos de
Montes, Chile. Para mí por lejos, Atamisque malbec 2015. 700 pesos de placer.
SB
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