El Champagne y sus réplicas
El otro día, hace poco, me cruce con el colega Andrés
Rosberg, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers; fue en un post
suyo en Twitter en el que comentaba que las champañas locales no tienen mucho o
nada que envidiarle al champagne original. Mi postura está clara, el champagne
es único como pocos, y cuanto más se lo quiera comparar, mas queda en evidencia
el intento fallido de replicar algo que, para mí, es irremplazable, no es que
es un producto perfectible, es perfecto.
En Argentina existen limitaciones varias, una es la
económicas, solo Chandon invierte seriamente en esta categoría, el resto,
cientos de productores no lo hacen, si invierten es de manera limitada,
insuficiente, justificada por la política del país y la idiosincrasia, la de los
productores, y la de los políticos, por eso el circulo vicioso.
Y las limitaciones naturales; un bodeguero argentino puede
importar la vid, los clones, la levadura, el conocimiento, puede hacerse de la
experiencia, puede buscar nuevos terroirs, más altos, esa es la tendencia, 1500
y 1600 metros en Mendoza, podrán usar el tiempo de guarda para lograr
equilibrio y complejidad. Pero jamás podrán dejar reposar la botella durante
años a temperatura y humedad ideal, nunca lo podrán hacer en Argentina, esa es
la magia de Champagne, no solo de Francia, de Champagne, es así, perfecta de
nacimiento en relación a la vid y a esta forma de vinificación.
En Champagne existen decenas de kilómetros de cavas milenarias subterráneas con condiciones ideales de humedad y temperatura, perfectas para el reposo de varios años de cada botella.
En Champagne existen decenas de kilómetros de cavas milenarias subterráneas con condiciones ideales de humedad y temperatura, perfectas para el reposo de varios años de cada botella.
Otra de las razones es la distancia, las uvas se cosechan a
casi 2 horas de distancia de la bodega! Y en verano, estas uvas de cosechan
entre enero y febrero, la temperatura puede llegar a los 40 grados.
Si bien es cierto que en los últimos años aparecieron
productos cada vez más nobles en esta categoría, fruto seguramente de años de
trabajo e inversión de dinero, las grandes novedades y avances en materia de
espumosos fueron del año 2000 al 2003.
Un poco antes a finales de la década del 90 Chandon incorpora el método tradicional, elaborando Chandon Fresco para USA, luego lanza localmente partidas limitadas de 30.000 botellas de Cuvee Reserve, aun hoy está en el mercado. Alguna otra bodegas, mucho más pequeñas, como Extreme, se animaron a apostar a la calidad extrema, pero duraron poco. Luego todo fue estancamiento.
Un poco antes a finales de la década del 90 Chandon incorpora el método tradicional, elaborando Chandon Fresco para USA, luego lanza localmente partidas limitadas de 30.000 botellas de Cuvee Reserve, aun hoy está en el mercado. Alguna otra bodegas, mucho más pequeñas, como Extreme, se animaron a apostar a la calidad extrema, pero duraron poco. Luego todo fue estancamiento.
En el año 2000 Nieto y Senetiner revoluciona el mercado con su Tete de Cuvee numerado, luego aparece Finca La Linda apostando inteligentemente a algo diferente, mas autóctono si se quiere, con un muy buen trabajo de charmat lungo, optimizando la frescura de la uva y las levaduras. Estas dos bodegas fueron defendibles por 10 años, ya en el 2010, la masividad les jugo en contra, al menos en la calidad.
Algo similar fue lo que paso con Chandon a principios de los 90, pero rápidamente lo soluciono con trabajo e inversión, no solo recupero la calidad sino también supo mantener el liderazgo de siempre.
La verdad, como gran consumidor de Champagne (Francia) me
cuesta mucho defender una empresa local, son todos malos imitadores del Elvis francés,
hace poco escribí una nota sobre Eclat, uno de las últimas novedades, este año también
me entere de Vicentin, una bodega argentina que además de hacer espumantes
importa un Champagne con su marca, me parece genial esta propuesta, no solo la
idea sino el producto que llega al mercado local a un precio bien competitivo
de 350 pesos. (Tengo la botella pero la
voy a probar el sábado 17 de octubre en una cata de champagnes a ciegas, estan todos invitados, luego
les comento los resultados de la mesa).
Toda esta nota salió de mi cabeza luego de asistir a la presentación
de un nuevo producto de la casa Chandon, Chandon Brut Nature Rose. El producto
me encanto, es elaborado con un corte clásico de uvas pinot noir y chardonnay
pero con un toque, 3% de vino tinto malbec agregado para colorear y acomplejar.
Pero porque me gusto, será que me sedujo ese mínimo porcentaje de malbec, no creo, pienso que en este caso se buscó imitar una vez más, y felizmente les salió bien. Tanto en la calidad del producto, como en la imagen, y como, esto para mi es fundamental, en el precio. Solo 160 pesos la botella. Unos 10 dólares.
Pero porque me gusto, será que me sedujo ese mínimo porcentaje de malbec, no creo, pienso que en este caso se buscó imitar una vez más, y felizmente les salió bien. Tanto en la calidad del producto, como en la imagen, y como, esto para mi es fundamental, en el precio. Solo 160 pesos la botella. Unos 10 dólares.
Una vez más, bien por Chandon, sin esta empresa seriamos más
pobres aun, en todo sentido.
*Un detalle, en las catas, Chandon está empleando copas de
vino, copones de vino blanco, para disfrutar más sus espumas, así es como se
viene tomando en la zona original de este espumoso desde el año 2010.
Brindo con mi bebida preferida, una más ¡Salud!
Sebastián Bossi