viernes, 16 de junio de 2017

Un sumiller argentino presidente del mundo.

Andrés Rosberg llegó a lo más alto del mundo del vino
Fue electo presidente de la Asociación Internacional de la Sommelierie, que tiene sede en Francia.  
Este es el titulo de una nota que se publicó hoy en Clarín, y el medio no está mintiendo. 
Andrés lo hizo, la actividad que hace 20 años no existía en Argentina, hoy es presidida a nivel mundial por un argentino que además realizo toda su carrera en el país, Andrés fue uno de los primeros sommeliers profesionales a finales de la década del 90, luego fue uno de los primeros egresados de la primera escuela de Sommeliers fundada en 1999. En 2002 fue uno de los finalistas del primer torneo nacional de sommeliers. Y desde que asumió la presidencia de la Asociación Argentina de Sommeliers realizo una carrera intachable. Año a año se enfocó en integrar el país no solo en la región sino también (y rápidamente) en el mundo. Logrando el reconocimiento mundial tanto del vino argentino como de los profesionales, sommeliers e industria, de este mercado tan particular.
Así se sucedieron los torneos nacionales, regionales, participación exitosa de los sommeliers argentinos en varias competencias internacionales, hasta que finalmente en 2016 se pudo realizar con total éxito la elección del mejor sommelier del mundo, (el evento más importante de esta profesión) en la ciudad de Mendoza. Todo gracias a la capacidad de liderazgo de Rosberg, y de la gran respuesta de sus colaboradores, y de ser un enorme embajador itinerante en el mundo del vino. 
Es meritorio desde muchos aspectos, como decíamos, hace 20 años en Argentina no había ni siquiera escuelas de sommeliers, la primera se crea en 1999, y otro detalle, durante estos años, la economía se cerró, limitando al sommelier a la oferta de vino exclusivamente nacional y no poder relacionarse en la práctica con los vinos del mundo. Es así que nos fuimos convirtiendo en exportadores de recursos humanos, ya que las escuelas de vinos argentinas, están a la altura de las mejores del mundo en cuanto a exigencia teórica, Andrés supo alinear todos estos valores y llevar al sommelier argentino a lo más alto del podio mundial. Todo un campeón este Rosberg... 
Brindo con orgullo por este día que es una fiesta para todos los colegas.
Y recuerdo una anécdota vivida hace casi 15 años con Andrés, en Mendoza.
Recuerdo el primer evento AAS en Mendoza, febrero 2003, la asociación creada en agosto 2002 la presidia Luciano Sosto, a ese evento asistimos solo unas 6 personas (Lucky, Aldo, Maco, Fernanda, Laura, Andrés y Yo). 


Con Andrés compartimos la habitación del hotel Hyatt y el viaje de regreso solos (en bus primera fila de arriba, 12hs de mucha charla y brindis) pero la frase que más me quedo, el mirándome fijo cuando dejábamos el hotel, "en esta asociación hay que hacer muchas cosas, tiene que brillar, estar bien arriba". Y ni yo, ni mucho menos el, dudamos de sus palabras.


*En lo único que si cambio mi colega, es que en esa época (2002/2003) lo veía leer en el desayuno todos los días Pagina 12. La grieta no había nacido. Cambiaron muchas cosas, pero el sommelier argentino ¡no se mancha! Gracias AR! 



Rosberg 2007 y 2017.. ¡Cambiamos!


Por Sebastián Bossi

La cocteleria argentina 2017. Segun Tato Giovannoni

Publicado en malevamag.com 
San Tato y la cocteleria argentina hoy. 

Reproduzco una nota del mes de abril de 2017 donde el principal referente de la cocteleria argentina de los últimos 20 años declara estar observando o sintiendo el peor momento de esta actividad.

Yo me pregunto, si es así, como y por que se llego a esto. Y si los protagonistas de los ultimos años fueron diferentes o fueron  todos "santos".

Va la nota:

“ESTOY TRISTE POR ESTE MOMENTO QUE VIVE LA COCTELERÍA ARGENTINA, PERO AÚN PODEMOS REACCIONAR”: 
RENATO “TATO” GIOVANNONI

Argentina y Buenos Aires vivieron una época muy linda de la coctelería, un reflote y una vuelta a nuestras bases que siempre las tuvimos. Y estos últimos años han sido maravillosos. 

Hoy por hoy, sin embargo, estoy un poco triste. Porque veo que muchos de los barmans priorizan su imagen personal, su interés, al interés de los clientes y de los bares en los que trabajan. Nos hemos olvidado, desde los bares y los bartenders, que los que vienen a pasarla bien a un bar son los clientes.

Ellos son los que se acercan a un bar para ser felices, y a vivir una experiencia. Pareciera que hoy se invirtieron los roles y el que está atento es el cliente al bartender, cuando debería ser al revés. 

Estamos viviendo un momento difícil tanto desde los bartenders, los dueños de los bares, las empresas de bebidas. 

Con este boom que hemos tenido, estamos ahora muy cerca de entrar en un momento muy feo de la coctelería nacional. Y lo digo con mucha pena, pero es lo que siento.

Hoy no hay compañerismo, hoy se olvidó la camaradería, no hay unión, hay poco respeto por lo que hacen los demás y eso afecta. Hay demasiados bartenders que ya no quieren trabajar detrás de la barra sino afuera de la barra y hacen tragos para ellos y no para los demás. 


Me gustaría estar diciendo cosas más lindas, pero ahora no puedo. Sigo pensando que somos un país increíble. Que somos un país con años y años de coctelería. Y de la buena. Con muchos representantes que siempre estuvieron unidos, tirando para adelante, pensando en el bien de la coctelería argentina. 

Hoy, eso no está pasando. Igualmente creo que aún estamos a tiempo de sentarnos a pensar lo que está pasando y de revertir este panorama. Y no dejarnos llevar por la moda y la farándula y los halagos y focalizarnos en lo que realmente nos moviliza: ver a la gente feliz en los lugares en los que trabajamos.

RENATO “TATO” GIOVANNONI