viernes, 23 de septiembre de 2011
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Cata de Puros y Destilados Clásicos
PROHIBIDO FUMAR EN TODOS LADOS!!!
En todos lados MENOS EN Monserrat Spirits!!!
Catas de Puros con Destilados VARIOS!
A elección, mientras disfrutamos de un buen Puro Hondureño Don tomas Corojo N2, iremos comparando y disfrutando el mundo de diferencias en cada destilado elegido.
A elegir entre: (Como siempre, Las mejores Marcas)
Cata con 12 Tequilas (A elegir entre estos 17 Tequilas y 2 Mezcales!)
Cata con 12 Rones
Cata con 12 Whiskies Escoceses
Cata con 9 American and Rares Whiskies
Cata con 8 Whiskies Escoceses de 12 años
Cata con 7 Cognacs (VS, VSOP y XO)
Cata con 5 Single Malts
Cualquiera sea la cata elegida, el costo de la misma incluyendo la cata y el puro, es de 200 pesos!
Duración del evento, 2 horas.
Sebastián Bossi monserratspirits@gmail.com 15 5060 0094
martes, 6 de septiembre de 2011
Cerveza/Beer/Bier/Bière/Birra en el Siglo 21
Cerveza artesanal o industrial?
Antes que nada aclaremos que la diferencia entre lo artesanal e industrial en el mundo de las cervezas es eso solamente, la escala, es decir si encontré la fórmula perfecta para lograr una excelente cerveza; buena selección de levaduras, una gran fuente de agua pura, el lúpulo más adecuado y de máxima calidad posible lo mismo que el cereal empleado, si respeto esos ingredientes a gran escala la cerveza será igual de buena, suena simple pero para ampliar la escala se requiere muchísima inversión económica y eso no siempre se cree rentable en mercados masivos, por eso rescato los casos donde el producto apuesta a mantener la calidad a gran escala, no siempre sucede.
Donde sucedió el refinamiento de la cerveza tal cual lo apreciamos hoy, es difícil definirlo, pero definitivamente sucedió en algún momento del siglo 19. Probablemente en el Reino Unido para las Ales, y más tarde en el sur de Alemania para las lagers de calidad y en EEUU para las lagers industriales.
Aclaremos que hoy el mundo consume más del 90% de cervezas lagers, es decir cervezas de fermentación en frio, dando cervezas de estilo liviano y muy fáciles de tomar, pero en los últimos años se ve una tendencia marcada hacia el origen mismo de la cerveza, las Ales, más que nada en los consumidores que asocian la cerveza a las comidas, a la cultura gastronómica.
Lo que paso a lo largo del siglo 20 fue el dominio casi absoluto de las lagers tropicales o de “refrescancia”, hasta el día de hoy la marca más vendida del mundo es Bud Light, una cerveza elegida solo para calmar la sed, pero como respuesta a esta situación, desde 1990 en EEUU y en el mundo mucho más notable en los últimos 10 años, se viene dando un refinamiento o un rescate de los estilos originales, uno de los caso más claros en el de Londres con su Real Ale, estilo liderado por la marca de cervezas Fullers, Fullers llamo la atención desde lo cultural, al rescatar un estilo olvidado por más de un siglo, las Real Ales, es hacer la cerveza sin control de temperatura, resaltando los sabores de la materia prima, y la misma se termina de fermentar en el sótano del bar que adquirió ese barril, dándole una característica única, similar a la que ocurre con los vinos y sus terroirs, terroir es la influencia de las características climáticas de la zona y la cultura del hombre.
Este hecho fue reconocido por las autoridades de Londres, y fue visto como una oportunidad para muchas otras cerveceras del mundo para relanzar viejos estilos. Casi todas cervezas Ales, es decir de fermentación a temperatura ambiente o alta, como lo es en el caso de los vinos tintos, esto nos da cervezas más sabrosas y de mayor cuerpo o volumen en boca, ideal para incluirlas en nuestra mesa y maridarlas con la gastronomía de moda en cada país.
Una de las marcas responsables del recupero de la calidad y de la tradición es Fullers sin dudas, desde Londres con su extenso portfolio de Ales. Paulaner y Erdinger desde Alemania cautivando a todo el mundo con sus cervezas de trigo. Bélgica con sus trapenses como ser Chimay como bandera pero con cervezas más accesibles como las de abadía con la marca Leffe. Bélgica tiene un potencial enorme pero por lo general su producción es escasa no pudiendo lograr precios competitivos. Y por supuesto Pilsner Urquell desde República Checa siendo esta la lager más famosa y de mayor reputación. Veremos qué pasa en Sudamérica ya que esta cerveza es propiedad de Miller, y Miller acaba de desembarcar en Argentina, esperemos que apueste a su portfolio mundial de Cervezas de deleite para que acompañen a su industrial Miller.
Y por supuesto, hay que esperar y apostar a las artesanales, estas viene creciendo en todo el Mercosur y en estos últimos dos años he encontrado una notable mejora en la calidad, cada vez es más difícil, por suerte diferenciar una buena cerveza europea a una argentina, uruguaya, brasilera o chilena. Hablando de Chile, si uno visita ese país, es visita obligada al que le gusta la cerveza a la cervecería Kunstmann, la familia Kunstmann viene haciendo cerveza desde poco antes de 1990, a la par que la tendencia del este americano, y desde que encontró la calidad perfecta en sus primeros años no ha parado de crecer y jamás mermo su calidad, demuestra lo dicho anteriormente, se puede llevar algo bueno de lo artesanal a lo industrial, solo hay que estar convencidos que se puede ser igualmente rentables y no hay que caer en la tentación de la masificación sin arte y cultura.
Hoy se podria decir que el mercado cervecero está intentando tomar el ejemplo del vino a nivel mundial, en el mejor de los sentidos, y esto es devolverle el valor cultural que siempre tuvieron estas bebidas a lo largo de la vida del hombre.
Cervezas Vintage
Es importante tener en cuenta el año de producción de una cerveza, pocas veces declarado, solo en los casos que lo sea. Este es el caso de un pequeño porcentaje de cervezas que pueden mejorar con el tiempo en botella, es realmente mínimo, pero existen. En Uruguay lo podemos comprobar con Fullers Vintage, hace poco realice una cata vertical, 2006, 7, 8 y 9, y es increíble los cambios que produce el tiempo, todas además estaban en perfectas condiciones, eso sí, de ninguna manera otras cervezas, a excepción de estas podrían mejorar con ms tiempo de unos pocos meses desde su elaboración, son casos contados en el mundo.
En cuanto a lo que dicen algunos de querer cambiar al consumidor de bebidas alcoholicas por parte de la industria, no creo que sea un intento de cambio, creo que es una necesidad de responder a nuevas inquietudes, el ser humano de este siglo y cada vez más, es más racional, piensa lo que quiere, no acepta un marketing vacio. Los cerveceros se preparan para esa demanda.
Los cereales o materia prima en el mundo cervecero pueden variar por motivos artesanales, para lograr mayor complejidad o por motivos industriales para lograr abaratar costos, quiero decir que una cerveza puede contener arroz para ser mas económica, o contener arroz para lograr una cerveza de cuerpo más fino y sabor más liviano, lo mismo que contener maíz por ser este una opción económica o para aportar cierto dulzor a mi blend de cereales o adjuntos. O trigo para dar mayor sabor. Para que quede más claro no siempre la cerveza 100% de malta es mejor, es una característica más. Lo que sí es muy importante es que el consumidor sepa y tenga bien en claro a la hora de decidir su compra, no son los adjuntos lo que hace mejor o peor una cerveza, sino los ADITIVOS CONSERVANTES y ESTABILIZANTES QUIMICOS que tienen algunas cervezas.
Soy un convencido que es IMPOSIBLE hacer y lograr una buena cerveza con estos ingredientes, es fundamental evitarlos si se quiere ingerir algo bueno y puro. Como me doy cuenta? Leyendo las etiquetas o contra etiquetas o muchas veces estos están declarados en las chapitas o en lugares muy escondidos, pero es muy claro, si el productor los utiliza, los debe declarar, si no los declara, no los emplea. Sé que me estoy tirando en contra del 95/99% del mercado, pero también se, que si el mercado reacciona, los productores van a retirar o emplear cada vez menos químicos en sus cervezas. Si sabemos que con solo el lúpulo y demás ingredientes naturales es suficiente, el poder lo tiene el consumidor. No dejemos que nos roben más las cosas nobles que disfrutaban nuestros abuelos, es cierto y no un mito eso que la cerveza común que tomábamos en los bares y en nuestras casas hace más de 20 años era mejor, era más sana, más pura! Gran companias monopolizaron y estandarizaron la formula sin tener en cuenta nuestra cultura, solo les importo y les importa que suban las ventas.
Mis preferida
Como docente soy conocido porque siempre que empiezo a hablar de una bebida noble, casi todas, y hablo de una gran marca digo es mi preferida, pero son casi todas mis preferidas cuando son estas buenas. Mi preferida en cervezas es la Duvel, esta es una cerveza que tiene todo lo que tiene que tener una buena cerveza, es una cerveza Ale con lo mejor de una Ale, Cuerpo firme, aromas, sabores definidos, largos, y al mismo tiempo lo mejor de una Lager, aromas sutiles y refinados, entre otras notas, esto es porque en la producción, muy compleja, se mezclan las técnicas de frio y calor para lograr sensaciones complejas.
Es verdad que alguno precios en nuestros mercados sudamericanos son altos, pero solo en los casos de las belgas y puede ser alguno más, pero sabemos que al ser un mercado tan pequeño, los márgenes de ganancia no pueden ser otros. Igualmente estamos comparando este placer, este producto de deleite con el vino, y ahí sí que esta la diferencia, el mercado del vino es el más elitista que existe, l gran mayoría de vinos buenos son inaccesibles para la clase media, en cambio en este mundo de las cervezas, TODAS son accesibles al menos para una ocasión especial, para TODAS las clases sociales. Esto no creo que cambie.
Podemos mejorar la cultura cervezara concentrando el esfuerzo de comunicación donde no lo hace Ambev, Ambev comunica sentimiento, identidad nacional, tiempo libre, amistad, noche, etc., casi todas estas cervezas de deleite las que nos interesan a nosotros los consumidores racionales, apuntan a la gastronomía, a la gastronomía domestica y a los restaurantes. Justamente es ahí donde está el punto a vencer y que espero que así sea por el bien de nuestra cultura. Me refiero a que el monopolio de Argentina, el de Uruguay, Brasil y otros tantos países de Susamerica, que es el mismo, trata de generar contratos de exclusividad con los locales gastronómicos y boliches, eso además de ser muy dañinos para el resto del mercado lo que más daña es la cultura, ya que en la elección del consumidor se ve presa al 1 % del mercado de cervezas del mundo. Por eso yo, cada vez que hago una carta de algún bar o restaurante, trato de que no respeten esa exclusividad, de lo contrario me convierto en un vendedor de marcas, y un sommelier es un comunicador de cultura. Además no es lógico que yo vaya a al mejor restorán y tenga que consumir un plato exquisito con una cerveza con aditivos, no tiene lógica, debemos combatir esto, si peleamos y ganamos algo, nadie saldrá herido económicamente, porque ellos no elaboran una mejor cerveza, no porque no puedan o no sepan hacerlo, no les conviene.
Crisis económica actual
En general no noto como puede haber afectado la crisis, al menos por ahora el mercado se ve estable, se que algunas cerveceras tienen como estrategia aprovechar y ofrecer cervezas de deleite donde antes el consumidor consumía vino, ya que siempre va a ser más competitivo el precio de una buena cerveza a la de un buen vino.
En la industria, lo único que note, a principios de este año 2011 fue un cambio poco entendible si no fue para abaratar costos, en Guinness, la cerveza del grupo Diageo, una de las Ales más vendidas del planeta. El cambio se produjo en la línea que Guinness creó en 1988, ese año Guinness revoluciono el mercado de las cervezas envasadas incorporando una capsula o dispositivo de nitrógeno en cada lata, luego en cada botella de cerveza, el consumidor al abrir esta y verterla en un vaso podía disfrutar en su casa o donde sea de una cerveza tirada perfecta, algo muy difícil de lograr sin este dispositivo. Este año Guinness decidió retirarlo al menos de sus botellas, justo el único envase con que entra Guinness a Argentina desde hace décadas, ellos dicen que es para que la gente pueda disfrutar de Guinness directamente de la botella, sin necesidad de verter el contenido en una pinta para lograr la mezcla perfecta, creo que esto es producto de la masificación, de querer aumentar las ventas a cualquier costo sin tener en cuenta lo cultural, por lo que creo es un retroceso, una pena ya que para mí era la mejor cerveza negra disponible en el mercado argentino.
Esos son los enemigos de la cultura y del consumidor, la masificación y el esnobismo.
Exijamos con fundamento, de esa manera derrotaremos al esnobismo por una mejor calidad de vida y disfrute.
Sebastián Bossi
Antes que nada aclaremos que la diferencia entre lo artesanal e industrial en el mundo de las cervezas es eso solamente, la escala, es decir si encontré la fórmula perfecta para lograr una excelente cerveza; buena selección de levaduras, una gran fuente de agua pura, el lúpulo más adecuado y de máxima calidad posible lo mismo que el cereal empleado, si respeto esos ingredientes a gran escala la cerveza será igual de buena, suena simple pero para ampliar la escala se requiere muchísima inversión económica y eso no siempre se cree rentable en mercados masivos, por eso rescato los casos donde el producto apuesta a mantener la calidad a gran escala, no siempre sucede.
Donde sucedió el refinamiento de la cerveza tal cual lo apreciamos hoy, es difícil definirlo, pero definitivamente sucedió en algún momento del siglo 19. Probablemente en el Reino Unido para las Ales, y más tarde en el sur de Alemania para las lagers de calidad y en EEUU para las lagers industriales.
Aclaremos que hoy el mundo consume más del 90% de cervezas lagers, es decir cervezas de fermentación en frio, dando cervezas de estilo liviano y muy fáciles de tomar, pero en los últimos años se ve una tendencia marcada hacia el origen mismo de la cerveza, las Ales, más que nada en los consumidores que asocian la cerveza a las comidas, a la cultura gastronómica.
Lo que paso a lo largo del siglo 20 fue el dominio casi absoluto de las lagers tropicales o de “refrescancia”, hasta el día de hoy la marca más vendida del mundo es Bud Light, una cerveza elegida solo para calmar la sed, pero como respuesta a esta situación, desde 1990 en EEUU y en el mundo mucho más notable en los últimos 10 años, se viene dando un refinamiento o un rescate de los estilos originales, uno de los caso más claros en el de Londres con su Real Ale, estilo liderado por la marca de cervezas Fullers, Fullers llamo la atención desde lo cultural, al rescatar un estilo olvidado por más de un siglo, las Real Ales, es hacer la cerveza sin control de temperatura, resaltando los sabores de la materia prima, y la misma se termina de fermentar en el sótano del bar que adquirió ese barril, dándole una característica única, similar a la que ocurre con los vinos y sus terroirs, terroir es la influencia de las características climáticas de la zona y la cultura del hombre.
Este hecho fue reconocido por las autoridades de Londres, y fue visto como una oportunidad para muchas otras cerveceras del mundo para relanzar viejos estilos. Casi todas cervezas Ales, es decir de fermentación a temperatura ambiente o alta, como lo es en el caso de los vinos tintos, esto nos da cervezas más sabrosas y de mayor cuerpo o volumen en boca, ideal para incluirlas en nuestra mesa y maridarlas con la gastronomía de moda en cada país.
Una de las marcas responsables del recupero de la calidad y de la tradición es Fullers sin dudas, desde Londres con su extenso portfolio de Ales. Paulaner y Erdinger desde Alemania cautivando a todo el mundo con sus cervezas de trigo. Bélgica con sus trapenses como ser Chimay como bandera pero con cervezas más accesibles como las de abadía con la marca Leffe. Bélgica tiene un potencial enorme pero por lo general su producción es escasa no pudiendo lograr precios competitivos. Y por supuesto Pilsner Urquell desde República Checa siendo esta la lager más famosa y de mayor reputación. Veremos qué pasa en Sudamérica ya que esta cerveza es propiedad de Miller, y Miller acaba de desembarcar en Argentina, esperemos que apueste a su portfolio mundial de Cervezas de deleite para que acompañen a su industrial Miller.
Y por supuesto, hay que esperar y apostar a las artesanales, estas viene creciendo en todo el Mercosur y en estos últimos dos años he encontrado una notable mejora en la calidad, cada vez es más difícil, por suerte diferenciar una buena cerveza europea a una argentina, uruguaya, brasilera o chilena. Hablando de Chile, si uno visita ese país, es visita obligada al que le gusta la cerveza a la cervecería Kunstmann, la familia Kunstmann viene haciendo cerveza desde poco antes de 1990, a la par que la tendencia del este americano, y desde que encontró la calidad perfecta en sus primeros años no ha parado de crecer y jamás mermo su calidad, demuestra lo dicho anteriormente, se puede llevar algo bueno de lo artesanal a lo industrial, solo hay que estar convencidos que se puede ser igualmente rentables y no hay que caer en la tentación de la masificación sin arte y cultura.
Hoy se podria decir que el mercado cervecero está intentando tomar el ejemplo del vino a nivel mundial, en el mejor de los sentidos, y esto es devolverle el valor cultural que siempre tuvieron estas bebidas a lo largo de la vida del hombre.
Cervezas Vintage
Es importante tener en cuenta el año de producción de una cerveza, pocas veces declarado, solo en los casos que lo sea. Este es el caso de un pequeño porcentaje de cervezas que pueden mejorar con el tiempo en botella, es realmente mínimo, pero existen. En Uruguay lo podemos comprobar con Fullers Vintage, hace poco realice una cata vertical, 2006, 7, 8 y 9, y es increíble los cambios que produce el tiempo, todas además estaban en perfectas condiciones, eso sí, de ninguna manera otras cervezas, a excepción de estas podrían mejorar con ms tiempo de unos pocos meses desde su elaboración, son casos contados en el mundo.
En cuanto a lo que dicen algunos de querer cambiar al consumidor de bebidas alcoholicas por parte de la industria, no creo que sea un intento de cambio, creo que es una necesidad de responder a nuevas inquietudes, el ser humano de este siglo y cada vez más, es más racional, piensa lo que quiere, no acepta un marketing vacio. Los cerveceros se preparan para esa demanda.
Los cereales o materia prima en el mundo cervecero pueden variar por motivos artesanales, para lograr mayor complejidad o por motivos industriales para lograr abaratar costos, quiero decir que una cerveza puede contener arroz para ser mas económica, o contener arroz para lograr una cerveza de cuerpo más fino y sabor más liviano, lo mismo que contener maíz por ser este una opción económica o para aportar cierto dulzor a mi blend de cereales o adjuntos. O trigo para dar mayor sabor. Para que quede más claro no siempre la cerveza 100% de malta es mejor, es una característica más. Lo que sí es muy importante es que el consumidor sepa y tenga bien en claro a la hora de decidir su compra, no son los adjuntos lo que hace mejor o peor una cerveza, sino los ADITIVOS CONSERVANTES y ESTABILIZANTES QUIMICOS que tienen algunas cervezas.
Soy un convencido que es IMPOSIBLE hacer y lograr una buena cerveza con estos ingredientes, es fundamental evitarlos si se quiere ingerir algo bueno y puro. Como me doy cuenta? Leyendo las etiquetas o contra etiquetas o muchas veces estos están declarados en las chapitas o en lugares muy escondidos, pero es muy claro, si el productor los utiliza, los debe declarar, si no los declara, no los emplea. Sé que me estoy tirando en contra del 95/99% del mercado, pero también se, que si el mercado reacciona, los productores van a retirar o emplear cada vez menos químicos en sus cervezas. Si sabemos que con solo el lúpulo y demás ingredientes naturales es suficiente, el poder lo tiene el consumidor. No dejemos que nos roben más las cosas nobles que disfrutaban nuestros abuelos, es cierto y no un mito eso que la cerveza común que tomábamos en los bares y en nuestras casas hace más de 20 años era mejor, era más sana, más pura! Gran companias monopolizaron y estandarizaron la formula sin tener en cuenta nuestra cultura, solo les importo y les importa que suban las ventas.
Mis preferida
Como docente soy conocido porque siempre que empiezo a hablar de una bebida noble, casi todas, y hablo de una gran marca digo es mi preferida, pero son casi todas mis preferidas cuando son estas buenas. Mi preferida en cervezas es la Duvel, esta es una cerveza que tiene todo lo que tiene que tener una buena cerveza, es una cerveza Ale con lo mejor de una Ale, Cuerpo firme, aromas, sabores definidos, largos, y al mismo tiempo lo mejor de una Lager, aromas sutiles y refinados, entre otras notas, esto es porque en la producción, muy compleja, se mezclan las técnicas de frio y calor para lograr sensaciones complejas.
Es verdad que alguno precios en nuestros mercados sudamericanos son altos, pero solo en los casos de las belgas y puede ser alguno más, pero sabemos que al ser un mercado tan pequeño, los márgenes de ganancia no pueden ser otros. Igualmente estamos comparando este placer, este producto de deleite con el vino, y ahí sí que esta la diferencia, el mercado del vino es el más elitista que existe, l gran mayoría de vinos buenos son inaccesibles para la clase media, en cambio en este mundo de las cervezas, TODAS son accesibles al menos para una ocasión especial, para TODAS las clases sociales. Esto no creo que cambie.
Podemos mejorar la cultura cervezara concentrando el esfuerzo de comunicación donde no lo hace Ambev, Ambev comunica sentimiento, identidad nacional, tiempo libre, amistad, noche, etc., casi todas estas cervezas de deleite las que nos interesan a nosotros los consumidores racionales, apuntan a la gastronomía, a la gastronomía domestica y a los restaurantes. Justamente es ahí donde está el punto a vencer y que espero que así sea por el bien de nuestra cultura. Me refiero a que el monopolio de Argentina, el de Uruguay, Brasil y otros tantos países de Susamerica, que es el mismo, trata de generar contratos de exclusividad con los locales gastronómicos y boliches, eso además de ser muy dañinos para el resto del mercado lo que más daña es la cultura, ya que en la elección del consumidor se ve presa al 1 % del mercado de cervezas del mundo. Por eso yo, cada vez que hago una carta de algún bar o restaurante, trato de que no respeten esa exclusividad, de lo contrario me convierto en un vendedor de marcas, y un sommelier es un comunicador de cultura. Además no es lógico que yo vaya a al mejor restorán y tenga que consumir un plato exquisito con una cerveza con aditivos, no tiene lógica, debemos combatir esto, si peleamos y ganamos algo, nadie saldrá herido económicamente, porque ellos no elaboran una mejor cerveza, no porque no puedan o no sepan hacerlo, no les conviene.
Crisis económica actual
En general no noto como puede haber afectado la crisis, al menos por ahora el mercado se ve estable, se que algunas cerveceras tienen como estrategia aprovechar y ofrecer cervezas de deleite donde antes el consumidor consumía vino, ya que siempre va a ser más competitivo el precio de una buena cerveza a la de un buen vino.
En la industria, lo único que note, a principios de este año 2011 fue un cambio poco entendible si no fue para abaratar costos, en Guinness, la cerveza del grupo Diageo, una de las Ales más vendidas del planeta. El cambio se produjo en la línea que Guinness creó en 1988, ese año Guinness revoluciono el mercado de las cervezas envasadas incorporando una capsula o dispositivo de nitrógeno en cada lata, luego en cada botella de cerveza, el consumidor al abrir esta y verterla en un vaso podía disfrutar en su casa o donde sea de una cerveza tirada perfecta, algo muy difícil de lograr sin este dispositivo. Este año Guinness decidió retirarlo al menos de sus botellas, justo el único envase con que entra Guinness a Argentina desde hace décadas, ellos dicen que es para que la gente pueda disfrutar de Guinness directamente de la botella, sin necesidad de verter el contenido en una pinta para lograr la mezcla perfecta, creo que esto es producto de la masificación, de querer aumentar las ventas a cualquier costo sin tener en cuenta lo cultural, por lo que creo es un retroceso, una pena ya que para mí era la mejor cerveza negra disponible en el mercado argentino.
Esos son los enemigos de la cultura y del consumidor, la masificación y el esnobismo.
Exijamos con fundamento, de esa manera derrotaremos al esnobismo por una mejor calidad de vida y disfrute.
Sebastián Bossi
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